Econoturismo: turismo para pobres


El turismo se ha convertido, en ciertos lugares, en un alud soñado. La economía de muchos países, regiones y pueblos se centra en este sector que mueve muchos millones (más o menos millones de acuerdo a la moneda manejada para la ocasión).

¿Dónde vas a ir las próximas vacaciones? ¿Piensas desplazarte este fin de semana? ¿Aprovecharás el puente para salir? Las ofertas son muchas, los incentivos también.

El problema es que el turismo cuesta. No todos podemos ser turistas. ¿Quién dijo que no? En el punto anterior dije que las ofertas eran muchas. ¿Hemos pensado en todas las posibilidades, en todas, que podemos tener en cuenta?

Al menos hay una que creo no se ha tocado y está dirigida a ti que no tienes plata o no quieres invertirla en turismo, aunque te gustaría, aunque sea en lo más recóndito de tu consciencia, ser turista.

Aquí puedes encontrar la solución.

¿No tienes plata? ¿Y qué? ¿No puedes hacer turismo? ¿Por qué no? Piensa un poco. Por ejemplo, ¿quién te impide visitar los supermercados más cercanos a tu casa? No necesitas ni movilidad. Puedes ir premunido de una libreta y un lapicero. Este dato entraña cierto peligro, pues en cuanto te pones a escribir se acerca un empleado del supermercado y te dice que no se puede tomar nota de los precios, aunque no estés anotando precios (haz la prueba). Le preguntas por qué y no tiene una respuesta adecuada. No importa, guarda la libreta de apuntes. Sigue en tu empeño, recuerda precios, ofertas, ubicación de la mercadería…

Luego puedes visitar otro supermercado, volver al primero, no dejar de lado los mercados populares, otras tiendas, etc. Visita, visita y visita. No cuesta nada.

Al cabo de dos semanas eres experto en precios, ofertas, supermercados, con información actualizada y de primera mano de varios productos (principalmente los que te interesan para tu consumo diario, semanal o quincenal). Si no tienes plata, no te preocupes; esto es una ventaja, ya que no gastas nada. Lo importante es que tienes una fuente de entretenimiento que te sale gratis, te entretiene, caminas (tan ecológico esto de caminar), conoces gente, sabes cuál es la hora punta en cada negocio, etc. Y todo sin gasto alguno. Sin proponértelo te has convertido en un turista, un turista que no aporta nada a la economía nacional, porque nada pagas, ni impuestos, ni ITF.

Esto es el econoturismo: turismo económico, hacer turismo con la economía sin gastar un céntimo.

¿De qué se quejan los pobres?


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